Gracias por las críticas, comentarios
y por las numerosas visitas que ha tenido este espacio en tan
poco tiempo. No me lo esperaba. Unos días fuera de la cuidad y vuelvo y me
encuentro con mas de 3000 vistas.
Gracias por eso.
Esta semana corresponde a una película reciente,
provocadora, pero con un sentido del erotismo y el sexo que no habia visto
nunca antes en lo que a cine se refiere. : el cuerpo como cárcel, la imposibilidad de escapar, la necesidad de
conectar y el terror de ceder.
SHAME
by Steve McQueen
Sexo, eso que tenemos entre las
piernas. Pero sobre todo en la cabeza. Según Freud, el sexo está en nuestro
pensamiento. No; dijo más: dijo que condiciona nuestros sentimientos. Sexo, eso
tan divertido. A veces.
El filme de Steve Mcqueen es una brillante ilustración de cómo el
sexo, algo tan humano, se convierte en una prisión de soledad para Brandon
(Michael Fassbender) y es capaz de arrasar cualquier atisbo de humanidad en él.
Shame habla de la oscuridad del sexo intransitivo,
de satisfacción inmediata; ese que, a lo sumo, queda a dos clics de internet.
Un retrato más poético que narrativo de la miseria existencial de un hombre
adicto al sexo.
El
director no escatima en desnudos integrales ni duda tampoco en mostrarnos
deliberadamente los atributos viriles de Fassbender (algo que ocurre de forma
reiterada durante los primeros minutos de la película), logrando así romper
con cualquier tabú que pudiera entorpecer el crudo
y contundente retrato de un personaje adicto al sexo.
Fassbender
transmite la tristeza, la culpabilidad, la pasión y la lascivia de su personaje
a través de la mirada.
En
otras ocasiones, sin embargo, la elegancia cobra protagonismo cuando el acto
sexual no representa más que un pedazo de esa lujuria desatada que va
desgarrando la consciencia de Brandon. McQueen opta por el juego de
planos sugerentes y provocativos que nos muestran tanto el lado físico
de la escena como el lado emocional, captando a la perfección el dolor que
siente Brandon al comprobar por sí mismo de qué modo trata de suplir su
insatisfacción.
Rara vez -¿alguna vez?– el
sexo ha sido visitado como una autoflagelación, como una forma de evasión, de
desconexión. Aquí la carne separa; no une. Brandon siempre está solo,
oculto; simplemente no sabe conectar.
La segunda entrega cinematográfica del británico Steve
McQueen retoma una capacidad de
interpelación que el cine parecía haber perdido desde los tiempos de El último tango en París, American Gigolo o Buscando a Mr. Goodbar.
“Shame” cuenta la historia de un personaje completamente disociado entre la banalidad de sus
experiencias eróticas y el completo vacío de su vida afectiva.
Recuerda y mucho a “American Psico”..pero el
de el libro mas que el de la película. Este Brandon es el “Patrick Bateman” de
libro "American Psico", mas que el que vimos en pantalla interpretado por
Christian Bale.
Michael Fassbender interpreta con bravura a Brandon, un ser
escindido, adicto al sexo que vive en un departamento en Manhattan sin cortinas
(una ciudad sin cortinas donde nadie espía porque quizás todos hacen lo
mismo: estar solos) y trabaja en una compañía donde nunca sabemos bien qué
hace. Su única preocupación es la de satisfacer su ansia: es un verdadero
depredador que está dispuesto a cualquier cosa con lograr botar su energía y su
rabia.
Brandon siente
una adicción compulsiva hacia el sexo; apenas puede permanecer
demasiado tiempo sin su dosis diaria de “descarga”, por lo que recurre
de forma frecuente a encuentros sexuales con desconocidas, solicita los
servicios de una profesional u opta por la masturbación con o sin estimulación
previa. Para Brandon, el sexo es casi como respirar; es una necesidad que debe
ser constantemente saciada.
Steve McQueen no
busca que el espectador juzgue a Brandon sino que se mete en su cabeza. No
busca incomodarnos sino adentrarnos en el submundo de perturbación y
depravación de un hombre absorbido y devastado por su apetito sexual.
La precaria situación de armonía
de Brandon cambia el día que en su departamento aparece su hermana Sissy (Carey Mulligan), una chica extremadamente vulnerable, devastadora e
insuperable, una aspirante a cantante que desordena tanto el departamento como
la vida de Brandon. Muy frágil en términos de equilibrio emocional, interesada
en dedicarse al canto, pero que todavía pareciera no haber encontrado su lugar
en el mundo.
Hasta la reaparición de la hermana, el protagonista -con
su trabajo, con su departamento, con su neoyorkina funcionalidad- mal que mal
puede sostener sin mayores dificultades la estantería de la vida que se ha
construido. Pero con la intrusión de ella ya no. Adorable en una zona, detestable
en otro, la hermana es una chica que va en caída libre y simplemente no se la
puede consigo misma. Llegará entonces el momento en que Brandon no podrá eludir
los incómodos dilemas ante los cuales ella lo va a colocar.
Su hermana es lo opuesto: necesita conectar y lo
demuestra, aunque quizás su opción es aún más arriesgada y demente.
La
irrupción de su atractiva y no menos promiscua hermana desbarajusta el estilo
de vida de Brandon y trae consigo conflictos que de algún modo ansiaba haber
dejado anclados en el pasado. Y es que su propia hermana despierta en él una
tensión sexual que parece atormentarle desde tiempo atrás, lo que le invita a
mantener un forzado distanciamiento con ella. La presencia de Sissy en su
apartamento, su actitud despreocupada y desvergonzada, perturba la tranquilidad
más o menos estable que Brandon había adquirido dentro de su invisible y oscuro
mundo, y reaviva sentimientos desterrados en lo más profundo de su ser. Sissy
se convierte en el peso de más que desequilibra su balanza interna.
En si, es una película muy poco “fashion”, a
pesar de estar filmada en New York y en los lugar “fashion” de New York
Un ejemplo. El departamento de Brandon.
Cualquier director de arte hubiera soñado
con un loft en medio de Manhattan de 700 metros cuadrados. Pero no. Ahí se nota
lo no “fashion” del filme. El tipo vive en un departamento chico, de pasillos
angostos, de espacios muy cerrados. Muy poco a la onda neoyorkina que se nos
tiene acostumbrados Hollywood.
La cinta está muy anclada
a la idea del sexo no como encuentro o
comunión sino como experiencia de soledad y exclusión.
La banda sonora sirve de bastión
para incidir en el componente emocional del relato. Además, McQueen opta por
llevar la superficialidad de su protagonista a los no muy abundantes diálogos
de ‘Shame’, donde únicamente hay una escena en la que éstos cobren una
importancia capital, donde resulta un gran acierto apostar por un plano
sostenido del cara a cara dramático entre los dos protagonistas. Por lo
demás, los diálogos son un mero accesorio para llegar a su
psique, donde lo dominante es el secretismo hacia su pasado y la
superficialidad impuesta por su protagonista.
La cinta posee momentos únicos, incómodos, donde el pudor
ingresa a la ecuación. Inolvidable es ver a Brandon correr y correr por las
calles de noche, una escena silente pero que habla más que mil páginas de guión;
o esa secuencia desgarradora cuando Sissy canta “New York, New York” en un bar
de un hotel fashion. Pero en éste, donde el momento era celebratorio y lleno de
vida, en Shame es lo inverso. Cada palabra adquiere un nuevo significado. El
dolor y la pena, el pasado y su peso, hacen su aparición.
Es uno de los pocos momentos en que vemos de verdad desnudos a Brandon y a Sissy porque la desnudez aquí puede ser mucha, pero por mucho que muestren, nunca se muestran de verdad. El full frontal va por mostrar el alma y lo que hay entrampada en ella más que en los pechos y los genitales.
Shame se adentra en la autodestrucción y en la adicción
que todos llevamos de alguna manera dentro.
Shame no es una película apta para el grueso mayor del
público, lejos de hacer del erotismo el germen de la misma, se convierte en
algo terrible, horroroso, las escenas de sexo son horribles, terroríficamente
atroces. La interpretación de este personaje derrotado por parte de Fassbender
es de una exigencia física y emocional desgarradora, que lamentablemente, no se
vio reflejada en ni siquiera una nominación en la pasada entrega de los premios
Oscar de la Acadamia. Una vez mas queda claro lo conservadora y “cartucha” que
es la Academia
En conclusión: un
corto número de escenas muy largas sirven para presentarnos una situación y
retratarnos a un par de personajes enfermos y atormentados. El sexo explícito
no es gratuito, ya que obedece a la demostración de los estados de ánimo de los
protagonistas. Pese a ese avance pausado, la película tiene un fuerte poder de
atracción, que sumerge de forma casi hipnótica. El mayor mérito puede estar en
dejárselo todo al espectador, quien contempla estos retazos sumido en las
incógnitas y que será quien rellene todos los huecos de información que deja el
guion para no caer en lo de siempre. Nos encontramos ante una película
atrevida, pero no por el detalle que cualquiera señalaría en este sentido: la
presencia aplastante de las escenas de sexo, sino por la propia naturaleza de
la propuesta, más dada a la introspección psicológica que a la
narración.
Y es que ‘Shame’ es
una de esas extrañas y fascinantes películas que posee una peculiaridad que
queda reservada para unas elegidas obras de arte: se queda merodeando en la
cabeza, durante días, semanas si cabe, invitando a descifrar sus imágenes, a
adentrarse en sus recovecos argumentales, a rellenar los huecos que McQueen
sugiere intencionadamente, y a dejarnos llevar en la medida de lo posible por
el torrente de emociones que en sí supone el film. Todas ellas alrededor de la
vergüenza del título, una vergüenza que lleva al dolor, en un personaje abocado
a sobrevivir sin vinculaciones emocionales que casi parecen impostadas en una
sociedad consumista, fría, superficial y llena de prejuicios morales que
apresan sin compasión a todo ser humano.
RECOMENDADÍSIMA.
Si no esta en la sala de cine mas cercana,
valla a su tracker de torrent favorito, descárguela y véala.
Es mas. Esta hasta en Cuevana,en el siguiente link.
Es mas. Esta hasta en Cuevana,en el siguiente link.
==>> SHAME <<==
No hay excusas para no verla.
Da para ir a tomarse un trago después de vela.
Para conversar y comentar.
Espero que haya gustado este cometario.
Nos vemos la próxima semana.
Saludos
Cristián Santander Araya
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