Hola a todos.
Les
presento a PT Anderson. Cineasta. Estadounidense.
No
es un tipo nuevo.
En
este espacio ya hablamos de el, cuando hicimos una reseña a su quizás obra mas
recordada, “Magnolia”.
PT
Anderson. Mi cineasta favorito de su generación.
Hoy
corresponde “Hard Eight” su primer film y es quizás donde se encuentren algunos
de los núcleos que más adelante en su filmografía habrían de desplegarse.
HARD
EIGHT
A film by Paul Thomas Anderson
Director
Paul
Thomas Anderson.
Guión
Paul
Thomas Anderson.
Intérpretes
John C. Reilly … John
Samuel L. Jackson … Jimmy
Philip Seymour Hoffman … Young Craps Player
Música
Jon Brion,
Michael Penn.
Fotografía
Robert
Elswitt.
EEUU.
1996. 100 minutos.
La primera
película de PT Anderson es, ciertamente, no tan deslumbrante ni compleja como
Magnolia, ni tampoco tiene los delicados ambientes de Punch Drunk Love, ni los
travellings de Boogie Nights, y tampoco logra el éxtasis de There Will Be
Blood.
Pero sí tiene un poco
de todos los elementos anteriores
Anderson es consecuente consigo mismo, mantiene su estilo
y lo mejora. Al fin y al cabo esa es la base para ser único y la razón también
de que exista el adjetivo “cine de autor”
En “Hard Eight” todos
los personajes están desesperados y desolados. Cuando Sidney los reúne estos se
aferran como si estuvieran a punto de caer desde un avión.
John ( es
un hombre que ha perdido todo su dinero en Las Vegas y que se encuentra
desamparado afuera de un diner. Sidney se le aparece y tendiéndole una
mano aparentemente desinteresada, lo ayuda a recuperar el dinero a través de
una serie de artimañas en casinos. Eventualmente, la caridad de Sidney habrá de
revelarse no como un hecho espontáneo, sino como un intento por liberarse de la
culpa de un pasado oscuro.
Claramente es un
suceso extraño para comenzar y más aún cuando está el dinero, el casino, las
armas y las mujeres entre medio. La conexión que se crea entre John y Sidney es
tal que al ver la película esperaba que en cualquier momento el guión quedara
dado vuelta. Pero eso no pasa; lo que pasa es que hay nuevos datos sobre la
vida anterior a su encuentro, pero nada sobre malignas intenciones ocultas.
El filme avanza y se
nos presenta a Clemetine, que es una mesera de un casino en Reno (Nevada, USA)
que viste al viejo estilo “conejita playboy” que tiene uno y mil dramas, pero
que con el viejo Sydney genera una conexión distinta que con el resto.
Hay una escena que es
punto de inflexión dentro de la película. Sydney esta comiendo con Clementine
en una charla parecida a la que tuvo con John al inicio de la película, y que
de hecho tiene el mismo fin. Cuando Clementine le pregunta si tiene hijos,
Sidney le explica que ya no habla con ellos pero que tenían una edad parecida a
la de ella y John. Pasan unos segundos y se escucha a alguien que grita ¡FUCK!
en una de las mesas contiguas a la vez que la cámara se mueve, rápidamente,
hacia donde estaba el tipo que se levanta indignado y con estrépito de la mesa.
La cámara vuelve, Clementine perpleja, y se cambia la escena.
¡¡CLAP!! ¡¡CLAP!! ¡¡CLAP!!
¡¡CLAP!! ¡¡CLAP!! ¡¡CLAP!! ¡¡CLAP!! ¡¡CLAP!!
Más adelante Sidney logra
juntar a Clementine y John. A John le gustaba Clementine, y Sidney tiene una
deuda con él en su conciencia. Segundo, Sidney está intentando reconstruir de
alguna forma la familia que en algún momento tuvo.
La falta de conocimiento es una de las gracias de la
película.
Poco y nada
sabemos sobre el Sidney de antes de entrar a la cafetería, su aura misteriosa
nos hace prestar mayor atención a cualquier dato que por accidente caiga.
El plan y las motivaciones de Sidney es el meollo de la
película
Después de esa escena
en el hotel en que Sydney reúne a Clementine y John, todo se va a la mierda.
Salen juntos una tarde y arruinan todo lo que Sydney había armado desde ese
punto hacia atrás. Esa misma tarde también a Sidney lo atormenta un fantasma
del pasado: pierde 2mil dólares apostando al Hard Eight.
La familia es una sola;
Una sola que hay que cuidar, y una vez que esta se rompe
entonces no puedes intentar recuperarla rescatando gente en las calles y
casinos.
Quizás para PT
Anderson no existe la redención, quizás por eso las dos escenas finales. Quizás
ser consecuente es la única forma de conseguir tus metas, así como Anderson lo
ha sido en sus películas, así como Sidney le ganó al casino.
Hard Eight por
tratarse de una película que explora el mundo del juego, además de las luces
que integran el ambiente del casino, en las calles también es posible notarlas.
Hay varios encuadres con grandes letreros luminosos que terminan por dar esa
estética como si la vida de todos sus personajes se apostara en las calles de
un gran casino urbano.
Pero su estructura
circular (el film termina en el mismo espacio y en las mismas condiciones en
las que empezó) no se argumenta como fatalidad de la historia, sino que se
construye justamente en relación a esa voluntad, a ese deseo del
protagonista.
A ese “porque lo quise así” que se manifiesta en el nuevo
asesinato que Sidney habrá de cometer, a pesar de que la nueva acción lo
arroje otra vez al estado de culpabilidad inicial. Retorno que se metaforiza en
las manchas de sangre que sobre el final del film, Sidney habrá de ocultar.
Véala. No se arrepentirá.
Nos leemos pronto
Comente.
Saludos.
Cristián Santander Araya
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