THE
ROLLING STONES
Cuando
50 años parecen poco….
Lo
queramos admitir o no, todos nosotros escogemos un desahogo de la miseria
cotidiana que puede llegar a ser la vida. Ya sea un arte, un deporte o simplemente
un vicio. Y mi mayor vicio es la música. Pensar en cuantas horas y billetes he
gastado en música, discos, vinilos, libros, y por supuesto conciertos, es algo
que prefiero evitar: creo que me asustaría descubrir la verdad.
Si
uno tiene por vicio la música, lo normal es que no sólo tenga un grupo,
compositor, intérprete, género, estilo o periodo favorito. También es mi caso.
Mi banda favorita sin pensarlo dos veces es PINK FLOYD.
Pero
por otro lado tengo otra gran banda como favorita. Creo que es mi segundo amor después
de los “floyds”.
THE
ROLLING STONES
Hace
pocos días (específicamente el 12 de julio), mis amigos cumplieron 50 años como
banda, convirtiéndose en el grupo mas longevo de la historia.
Es
por estoy por mucho mas es que me decido a escribir estas palabras a modo de
reconocimiento para la “banda mas grande de rock and roll de la historia”.
Son
mis héroes. La forma en como se conocieron, la forma en que partieron, como
fueron sus inicios como banda, la capacidad de sobrevivir a uno y mil problemas
y, por supuesto como fueron creadores de la música que tanto los caracteriza
hasta el día de hoy.
Es
por eso que me anime a escribir a modo de homenaje por las bodas de oro y presentarles
un disco en especial, el que para la crítica y para mi también, me parece el
mejor disco de su carrera. El pináculo creativo después de varios años como
banda.
EXILE
ON THE MAIN STREET.
Su
L.P. doble de 1972.
Mi
disco favorito.
Si recordamos cuándo, cómo y
por quién se grabó, entonces hay que decir que pocas veces se ha acertado tanto
con el título de un disco: este es la obra de unos músicos exiliados de algo
más que los altos impuestos británicos, y en otro lugar que no era realmente la
Costa Azul Francesa.
Los STONES estaban exiliados y encerrados en sus lujosas
mansiones, en los mejores hoteles, de espaldas al mundo, imbuidos en su
desquiciado y decadente modo de vida.
Con Keith Richards perdido
en sus drogas y obsesiones musicales, con Mick Jagger disfrutando
de su ingreso en la High Society internacional de la mano de su esposa Bianca
Pérez, y con Charlie Watts y Bill Wyman frecuentemente
ausentes de las sesiones, y un Mick
Taylor recién llegado a la banda, el grupo construyo su obra maestra, su
cumbre artística, sin casi darse cuenta
Los STONES llegaron a la Riviera francesa en el
año 1972, con el viento del éxito reciente de "Sticky
Fingers", pero a la vez huyendo de la presión de las autoridades
fiscales británicas. Después de localizar cada Stone su respectiva mansión en
la privilegiada zona de la costa azul francesa, el grupo decide que Villa
Nellcôte, la mansión del matrimonio Keith
Richards-Anita Pallemberg, se convierta en el centro de operaciones.
Los estudios de grabación se improvisaron en
los sótanos y, de hecho, en cualquier habitación de aquella casa poblada de
amigos de dudosa reputación. Porque, en realidad, la vida en Villa Nellcôte
incluía de un modo casi accidental la grabación y composición de canciones, que
era más bien parte de un estilo de vida que incluía todo el sexo y las drogas
que se pudiese concebir.
Pero la cruda realidad es que la situación
interna del grupo durante la grabación de "Exile
On Main Street" comenzaba
a ser preocupante, sobre todo en lo referente al estado de salud de Keith Richards. Richards estaba tan enganchado a la heroína que
por momentos parecía en ocasiones el Brian
Jones de su peor época,
acompañado en su descenso a los infiernos por Anita
Pallemberg. A pesar de su estado físico y mental, Richards se adueñó del
disco y de su proceso creativo para llevarlo a su terreno. A fin de cuentas
aquel desmadre era, y lo seguirá siendo hasta que se muera, el hábitat natural
de Richards.
Por eso y pese a todo ese abandono y
desenfreno (o tal vez debido a ello) "Exile
On Main Street" terminó
convirtiéndose en una obra repleta de una vitalidad desbordante y contagiosa
que lo recorre de principio a fin. Desde el comienzo el "OH Yeah!" que acompaña a los primeros acordes de "Rocks Off" te avisa lo que se viene, antes de que el redoble de la batería de Charlie Watts te invite a un irresistible "tour".
Un viaje que pasará por la desafinada voz de Richards entonando ese himno definitivo a la
mala vida que es "Happy",
y que culminará en el siempre lamentado final del disco, en "Soul Survivor".
En
el disco explorará toda esa música que tanto fascinó a Richards y Jagger en la adolescencia y que, finalmente, termino
salvado sus vidas para siempre de la gris mediocridad que les correspondía por
origen, del mismo modo que alivia momentáneamente de ella a algunos de
nosotros.
"Exile On Main
St" es un disco tan
emocionante que, por momentos desarrolla las virtudes espiritualmente curativas
del mejor Gospel.
Por
ejemplo en ese luminoso momento de "Shine
A Light" en el que Mick canta aquello de "When you´re drunk... in the
alley, baby,... with your clothes all torned....", con precisas pausas
son punteadas por golpes de batería que parecen más los latidos que te
mantienen vivo que un sonido surgido de los altavoces de tu equipo de sonido. O
como el solo de saxo de Bobby
Keys en "Sweet Virginia",
o las guitarras dobles de "Tumbling
Dice", o la manera de mezclarse las voces y la "steel
Guitar" en "Torn
And Frayed", o la entrada del piano y los coros en "Loving Cup"....
Por
eso aquí no hay ni country, ni folk, ni soul, ni gospel, ni siquiera blues en
sus formas más puras: el Rock´n´Roll es desarmando en sus elementos constituyentes
y vuelto a ensamblar, sonando de este modo más antiguo y eterno.
Este truco, esta mentira, nos engaña también a
nosotros, pues no somos pocos los que consideramos a éste, tal vez, como el
mejor disco de Rock´n´Roll jamás grabado.
Como
cantan en "Torn And
Frayed" "Mientras suene la guitarra, deja que te robe el
corazón", todavía estoy esperando que esa guitarra me devuelva el mío.
Pero creo que no lo hará nunca.
Fue
un placer como siempre
Lectura
recomendada antes de despedirme: LIFE,
de Keith Richards (Autobiografía), desde donde saque muchos de los datos
incluidos en la reseña.
Nos
leemos pronto
Saludos