miércoles, 21 de marzo de 2012

[CINE] THE THIN RED LINE (1998)

Hola a todos.
Espero que todos estén muy bien.
Después de una semana de “mini vacaciones”, vuelvo al ruedo con este espacio.

Repito
Gracias por las criticas, comentarios, palabras de apoyo, etc.
Parece que gusto el espacio y eso motiva a seguir mejorando.
Bueno.
Vamos al grano.

Después de la melancólica, intima y reflexiva “Velódromo”, vamos por un clásico.

Perteneciente uno de los directores más enigmáticos de los últimos tiempos, maestro del cine contemplativo, creador de “poesía” para la pantalla grande, “único” capaz de abordar de manera profunda temáticas como la existencia de Dios, la vida, la muerte, el azar, de una manera tal que es capaz de pasear al espectador todo el espectro de emociones posibles durante la duración de sus films.

El clásico que me refiero es una película, que sin miedo a equivocarme, debe ser la única película clasificada como “bélica” que para mi es una “cinco estrellas”.

La delgada línea roja” de Terrence Malick.

Partimos

El estadounidense Terrence Malick llevaba más de veinte años sin dirigir una película, desde “Days of Heaven”(1978), y su vuelta al cine fue una noticia que remeció al “mundillo” Hollywood. Prácticamente todo el mundo quería participar en el film sin importar el personaje ni el tema ni nada. Incluso actores como el mismísimo Sean Penn (que tiene su espacio reservado en este blog, para mas adelante) estaban dispuestos a trabajar con él por tan sólo un dólar o literalmente por “amor al arte”. ¿Exageración? ¿Admiración?.

¿Que pienso yo?

Sabían con quien iban a trabajar y que además este film no seria otra “película de la II Guerra Mundial”, sino que marcaria un antes y un después en lo que se refiere a películas “bélicas”.

Nota la margen.
Algo que me carga es algunos “críticos” es que nos “encajonen” o clasifiquen una película como “drama”, “comedia”, “acción”, o en este caso “bélica” antes de verla.

Para mi esa es la gran tarea del espectador. Cada uno interpreta la película según su gusto, según como le llega esta; por eso es que me refiero a ella siempre entrecomillas. Y porque tanta “cuatica”.

Por que para mi, esta no es una película “bélica”.
Personalmente despierta casi todas la emociones disponibles en el espectro, y por eso me cuesta tanto clasificarla, “encajonarla”.
Por eso prefiero dejarla ahí, sin “etiqueta”. Casi al final de esta critica esta la repuesta de porque no se pude etiquetar a esta película.

Algo si les puedo decir.

Tras haber visto LA DELGADA LINEA ROJA afirmo sin duda alguna que la espera de mas de 20 años ha merecido la pena. He visto muchas de películas en mi vida, creía que nada podía sorprenderme a estas alturas, tal vez emocionarme, pero no sorprenderme; pero estaba equivocado. La obra de Malick me ha sorprendido, me ha emocionado, me ha conmovido y me ha entusiasmado. Por lo mismo me ven escribiendo sobre ella.


Continuemos.

Terrence Mallick adapta la novela homónima de James Jones para realizar posiblemente la película bélica más intimista de la historia. 
‘La delgada línea roja’ narra una muy particular historia en el contexto de la batalla de Guadalcanal, durante la Segunda Guerra Mundial, las diversas historias de varios personajes a los que afecta la guerra. Malick no se limita a filmar solo una película bélica, sino que hace más hincapié en las consecuencias de la guerra sobre el ser humano que en la guerra misma.
El depurado guión que Malick ha creado (llevaba 7 años elaborándolo) un impresionante recorrido por la condición humana cuando se ve enfrentada a situaciones donde la vida está en juego.

Así, pues tendremos situaciones en donde los combatientes no soporten el estrés, otros tantos se volverán locos por diferentes circunstancias, habrán algunos que sufrirán un miedo desmedido y comprensible ante la situación que les toca vivir, y habrá otros que sacarán todo el valor que puedan para hacer frente a lo absurdo de la guerra.

Creo que básicamente esa es la intención del director en ésta película, mostrar el horror de la guerra en toda su extensión y de una manera soberbia.

TERRENCE MALICK

El punto de vista elegido por el directr es interior: aunque sea una película coral, predomina el individuo. Al director le interesa más la radiografía que la imagen de cada soldado; y así nos lo hace ver. Detecta el alma de cada personaje gracias a algunos recuerdos en flash-back o a voces en off que resuenan en las excelentes imágenes que nos entregan las maravillosas locaciones elegidas.

Creo no haber visto nunca un director que usara tanto el recurso de la voz en off como lo hizo en esta cinta. No solo no he visto alguien que lo use tan continuamente, sino que no he visto a ningún director que lo use de una manera tan genial narrativamente hablando como Malick lo hizo en éste film.
La riqueza de matices de los personajes que Malick nos va presentado con la ayuda de la voz en off, con sus vivencias personalizadas e interiorizadas, muestra el absurdo de la guerra, la rebeldía solidaria, la fuerza del amor, el deseo de inmortalidad, etc.
Una vez más, Malick sitúa a sus personajes en una especie de lucha contra la naturaleza, en la cual hay unas leyes propias que escapan al control del hombre.
Son soldados, pero están asustados, saben que su vida está en juego, que ellos no son nada ante ametralladoras camufladas en bunkers, y de ahí sus rostros compungidos ante la pulsión de la muerte.

Quién eres tú, con el que viví? Con el que caminé? El hermano. El amigo. La oscuridad de la luz. El dolor del amor. ¿Son ideas de una sola mente? ¿Los rasgos de una misma cara? Oh, alma mía; déjame ser en ti, ahora. Mira a través de mis ojos. Mira las cosas que has hecho. Todo lo que brilla.


Escenas en las que aparecen las cartas de amor, el recuerdo de los seres queridos, el enfrentamiento a las decisiones de los superiores, esa vulnerabilidad humana, ese “echar para adelante” sin demasiada convicción, esa materia humana pura y corrompida, angelical y demoniaca, junto a esa guerra que exterioriza los demonios de cada uno, le confieren un aura poética, que acaba hipnotizándonos. 

Escenas como las del cocodrilo en total libertad (más tarde en cautiverio), o los niños nadando en unas aguas tan azules que simulan ser el cielo, señalan que en este mundo hay otro mundo mucho más sencillo y hermoso, pero muy difícil de conservar.


Probablemente la escena más poderosa de la película, aquella que resume todas sus intenciones en un prodigio de síntesis visual, es en la que un grupo de soldados comandados por John C. Reilly se cruzan con un nativo que pasa a su lado, casi rozándoles, pero como si no les viera en absoluto, absorto en su mundo y ajeno al que los soldados están a punto de traer.

Pocas veces una secuencia tan sencilla ha expresado tanto.

Malick utiliza a su ejército de actores como torrentes de voces que van alimentando un océano de recuerdos, terror, desengaño, anhelo y tragedia en el que cuesta mensurar su amplitud y profundidad. La película aspira a un nivel de pureza y aparente simplicidad que las candidatas al Oscar suelen soslayar.

¿De verdad un soldado se plantea esos dilemas existenciales en medio del campo de batalla?

¿Qué tiene que ver ese magnífico entorno natural con las balas de cañón que se disparan sin cesar?

¿Qué guerra estoy mirando?

¿La Segunda Guerra?

Porque estos personajes y sus circunstancias más bien parecen sacados de un conflicto de características “homéricas”.


Si hablamos del cuadro artístico de actores debemos apuntar el excelente nivel de calidad de todos ellos, pero tal vez debamos extraer algunas composiciones del conjunto de estrellas que no quisieron perderse la ocasión (tal vez) única de trabajar bajo las órdenes de Malick: Jin Cavezel, como Witt, el hombre que conoce el paraíso y el amor en estado puro, pero que es capaz de ser un héroe en el campo de batalla llegado el momento; Elias Koteas como ese capitán incapaz de sobreponerse a las bajas de su pelotón; Nick Nolte, un Coronel que intenta tener su ocasión en la historia a cualquier precio; y finalmente un Sean Penn prodigioso, como ese sargento aparentemente insensible que realmente no lo es tanto.


La anhelada paz entre los seres humanos, el lugar con el que todos soñamos para ser felices, se materializan en las experiencias del soldado Witt en apariencia un personaje más del relato coral, pero en realidad el verdadero conductor y esencia del mismo. Con sus vivencias (ha desertado del ejército y vive en una especie de paraíso, aunque sólo a sus ojos y los del espectador) y pensamientos, empieza y termina la película. En medio, un periplo íntimo y lírico, por el que pululan los demás personajes, a través de los cuales se nos habla del valor, coraje, cobardía, miedo y demás miserias humanas, aquello que en mayor o menor medida ha hecho que el hombre sea la especie animal más terrible y odiosa que existe sobre el planeta Tierra. Y qué mejor contexto que el de una guerra (el invento más estúpido de la historia del hombre) para mostrarlo.

Y todo esto narrado como si de poesía en movimiento se tratase, con un prólogo como pocas veces hemos tenido ocasión de ver, un prólogo que ya no muestra lo que veremos en las casi tres horas siguientes, la descripción de un escenario muy similar al ‘paraíso terrenal’. Malick no utiliza una narrativa fílmica típica, sino que ofrece una sucesión de “poemas visuales” que unidos forman un todo tan asombroso como fascinante. Podemos recordar al soldado sepultado, cuya cabeza asoma entre la tierra... Los insertos de animales autóctonos, como el ave agonizando en uno de los momentos más crudos del film... Los momentos de sol y los momentos nublados, reflejo del estado de ánimo global.....

Otro aspecto destacable, más bien por su ausencia, es el hecho de que no aparezca ninguna bandera norteamericana en toda la película. No por una cuestión antiamericana, sino porque el patriotismo no tiene nada que aportar a la película. Lo relevante en ella no está en la guerra en sí, sino en lo que significa para los soldados, cómo altera su naturaleza humana. Y si se hubieran incluido los típicos clichés de una película bélica, tales como la heroicidad, el maniqueísmo (algo en lo que caen muchas películas bélicas, en las que los buenos son cien por cien buenos, y los malos son cien por cien malos) o el patriotismo, el mensaje de Malick se habría difuminado.

Bueno, pero si no se quien es Malick… ¿donde puedo darme cuenta de las diferencias con el resto?

Claramente en el trabajo de dirección.
Este aspecto me resulta muy difícil de criticar. No tengo la menor idea de cómo “hacer cine” y sin embargo sé ver en las escenas de acción de esta película un perfecto ejemplo de cómo debe ser rodada una batalla. La cámara sigue a los soldados, con “travellings” muy suaves y siempre en movimiento. Sube colinas, da giros de 180 grados y se desplaza con mucha soltura, pero al contrario de lo que puede parecer, no marea; los movimientos son tan suaves y delicados que te hacen sentir dentro de la batalla. Igual de sublime es el trabajo fotográfico y artístico, mostrando la belleza de la naturaleza como si se tratara de un documental.


¿Y el guión?

La adaptación del guión estuvo a cargo del propio Malick quien logró que una película de casi tres horas, se nos pase bastante rápido, con buenas dosis de excelentes escenas de acción, con una evidente crudeza y filmadas con una notable excelencia, no sólo por cómo se utiliza la cámara en dichas batallas, sino por cómo se transmite el drama de la mismas con un montaje preciso, un ritmo narrativo más que correcto, y una dirección de fotografía impresionante.

Pocas veces vamos a ver a un director de tan altísimo nivel, que además sea capaz de escribir previamente lo que posteriormente plasmará en imágenes; pero Malick una vez más rompe moldes con un guión tan soberbio, tan perfecto, tan personal, que nadie podría haber escrito sin que la película se resintiese, sin que perdiera parte de su fuerza, de su concepto, de estética.

Ese uso del monólogo interior, casi constante en la obra, en contraposición a la escasez de diálogo...


Ese uso de la naturaleza, de los escenarios paradisiacos, como personajes vivos, mucho más vivos que alguno de los personajes..

Del cuadro técnico podríamos analizar caso por caso y la conclusión sería siempre la misma: excelente trabajo. Pero hay dos nombres que no podemos olvidar en este repaso, dos profesionales que posiblemente sean los que más han aportado a esta cinta después de su creador Terrence Malick.

En primer lugar Hans Zimmer que ha realizado el trabajo de su vida, la composición que consagra a un creador musical como un maestro indiscutible e indiscutido; asombrosa la simbiosis de una composición que tiene ‘vida’ por si misma, pero que en la película sirve como impresionante acompañamiento a unas imágenes, sin destacar en ningún momento del conjunto, pero aportando siempre el matiz necesario.

HANS ZIMMER

El segundo punto a destacar es la fotografía, obra de John Toll que con su saber hacer logra algunas de las imágenes más bellas vistas en un cine, con unos escenarios naturales de una belleza indescriptible; imágenes y escenarios que de la mano de Malick se convertirán en un personaje más de esta película.
La coloración de la cinta, como funcionan las tonalidades de las imágenes, son de una belleza espectacular que contrastan con el desastre humano que el film transmite en las batallas. Realmente la película ha sido impecable en ese rubro.

JOHN TOLL

De verdad resulta insólito que un tipo como Malick (con su reputación de recluso, de inconformista crónico, de tipo insondable) haya conseguido salirse con la suya y amplificar a nivel de superproducción las inquietudes y obsesiones de un “cineasta independiente”. Tal vez ahí este la clave del su “clasicismo”. O tal vez radique en su voz lírica, lo bastante potente como para apoderarse de un filme que la potencia con los brazos abiertos, desde su primera imagen, hasta los versos del final.

Claramente “La delgada línea roja” supone un “film-isla” dentro del actual panorama cinematográfico, sobre todo viniendo de EE.UU, cada vez más preocupados en hacer películas de consumo y disfrute inmediato que no quedan en la memoria del espectador, allí donde se cultivan las buenas obras de arte.

Resulta imposible obviar la comparación con Salvar al soldado Ryan de Steven Spielberg. Sin quitarle mérito a la película de Spielberg, considero que Malick dota de mayor hondura y amplitud de miras tanto a la crítica antibelicista como a la construcción y variedad de los personajes. Quizás el gran público conecte mejor con el sentido del ritmo de Spielberg, pero Malick, con su "lentitud", sumerge al espectador en un mundo donde nos encontramos con nosotros mismos sin miedo a las preguntas ni al compromiso con las respuestas.

Aquí me respondo a mi mismo el porque esta película no pude ser etiquetada como del genero “bélica”

La delgada línea roja no es ni una película bélica ni antibélica: presenta una fusión “estético-poética” de la guerra. Tenía razón “Newsweek” cuando en el año 1998, afirmaba que La delgada línea roja era un “poema cinematográfico”, Malick ha hecho un poema, una honda reflexión sobre la vida y la muerte, sobre el bien y el mal en el hombre, sobre las cosas que le mueven y en las que cree: el amor, el paraíso terreno o también Dios.


Aun así el final me resultó bastante emotivo, con un sabor agridulce: agrio porque no quieres aceptar la guerra, no puedes aceptarla y no eres incapaz de  comprenderla. Y dulce porque tienes esperanza en el ser humano, porque considerarlo cruel por naturaleza es un craso error.

Emociona comprobar ante la visión de este film, cómo no sólo no hay géneros pasados de moda, sino que una buena historia traspasa los límites de lo que se cuenta y cala en la sensibilidad reflexiva y afectiva del espectador.

Creo que todo el que entienda lo que Malick nos quiere decir sabrá que su mensaje es universal; todos somos seres humanos y todos somos parte de la naturaleza, y tal y como aprendimos al estudiar el ciclo de la vida, nacemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y morimos.


Podría escribir mucho mas sobre esta película y sobre el trabajo de Terrence Malick, pero usted “señor lector” acabaría cerrando la ventana de su navegador, y eso no es lo que busco, así que termino y resumo:

No sé si viviré 20 años más, pero gustoso esperaré si este es el resultado encontrado, aunque lamentaré siempre no poder disfrutar más obras de este peculiar realizador. Gracias Señor Malick por lo que nos ha dado, gracias a la Fox por financiar este proyecto.

Normalmente aquí viene la recomendación para todos sin excepción; pero en este caso sería quedarse corto.

LA DELGADA LINEA ROJA es una obra maestra definitiva, desconozco si estamos ante la mejor película bélica de la historia, posiblemente sí lo estemos, posiblemente no,  pero si puedo afirmar que a partir de este film el género ha dado su última palabra. Tras lo expuesto…
¿Qué más puedo decir?

Simplemente una creencia: es una suerte poder ir a un cine a ver una película así, es una suerte comprobar que el cine, pese a todo, aún puede ser arte.

La delgada línea roja es un viaje filosófico a lo más recóndito del alma humana universal.




Espero que haya gustado el comentario.
Comente como usted quiera.

Publicite este espacio como quiera y de la manera que encuentre mas adecuada.

Nos leemos la próxima semana.
Saludos

Cristián Santander Araya


Twitter: @csantandera 
Facebook: csantandera

jueves, 8 de marzo de 2012

[CINE] VELODROMO (2010)


Un mundo interior que gira, gira y gira.

Hola nuevamente.
Gracias por las criticas y saludos de apoyo, comentarios (buenos y malos).
Les repito. Si quieren comentar aquí, al final del post, no hay problema. Es mas se sentiré agradecido.
Ahora si me quiere llamar, mandar un correo, hablar por Facebook.. también lo agradeceré.
Bueno.

Después de hablar de una obra para mostrarle a tus nietos como “Magnolia”, me surgió la duda interna…

¿Qué mierda comento ahora?
Estuve un día completo buscando en mi cabeza, en los ratos libres (tengo vida también.. aunque no lo crean) de que película hablar o comentar, hasta que dije.. ”como no me acorde de ella antes”
Los que han compartido en persona conmigo, también coincidirán en lo ultimo.. ”como este huevón no se acordó de ella antes.. si cada que se toca el tema cine… la recomienda”.
No se.
La temporada me tiene así yo creo. Mucho calor y acontecimientos personales a los cuales no estoy muy acostumbrado, que digamos. Eso debe ser.

Bueno al grano.

Hoy comentare (criticar a mi héroe literario…jamás) la segunda aventura cinematográfica de “mi escritor héroe”, la que es para mi es su mejor obra hasta ahora, con la cual este señor me genero un nivel de empatía con la historia, un nivel de identificación con el protagonista y finalmente una capacidad de revolverme las ideas dentro de mi cabeza.. que nunca.. repito nunca antes había sentido o me había generado con otro film.

Ya se darán cuenta por que. Quédense con eso por el momento.

Velódromo de Alberto Fuguet.






TRAILER OFICIAL

Cast.

Pablo Cerda ... Ariel Roth
Francisca Lewin ... Claudia Santa Ana
Andrés Velasco ... Carlos
Lalo Prieto... Danko
Lucy Cominetti... Javiera


Un poco de historia
Esta película es el segundo largometraje después de “Se Arrienda” y está estelarizada por el actor chileno Pablo Cerda.
Se arrienda, estrenada por allá en el 2005, fue protagonizado por diversos actores como el actual ministro de Cultura Luciano Cruz Coke, Felipe BraunBenjamín Vicuña, Francisca LewinNicol. Tuvo un estreno en grande y a pesar de ser una muy buena película a mi parecer, le llovieron las malas críticas y los pésimos comentarios.
Algunos justificados, pero no para matarla como lo hicieron.

Con “Velódromo”, Fuguet quiso hacer algo más “piola” recurriendo a un presupuesto un poco más corto y exhibiéndola en lugares menos masivos.
Tal como en su primera cinta, Fuguet opta por los personajes sin norte, cansados de su entorno, algo aburridos de sí mismos y anhelantes de algo que ni ellos mismos alcanzan a comprender.
Además fue innovador en cierto sentido, al ir contra la corriente; muchos directores se vuelcan por films que pecan de pretenciosos y que fallan en un punto clave: conmover al espectador.

Velódromo es la antítesis de ese cine. No solo se ríe de ciertos lugares comunes sino que además comprueba que es posible hacer películas sin manipulaciones baratas.
En si es un film hecho en viñetas (sino fíjense en los varios cortes que hay en las historias del mismo personaje) de forma sincera y modesta, mostrando el viaje de alguien llamado Ariel que dibuja su vida, no sin antes advertirnos que realmente no sabe "si hay mucha historia aquí".

Momento reflexivo.

Hay momentos en que el mundo (llámese amigos, padres o los huevones que te rodean) te dice que no estas avanzando, ni retrocediendo, que te has estancado, o vienes dando vueltas en círculos, sin “una meta clara”, sin un “objetivo a cumplir”, sin nada realmente “trascendente en el horizonte”.
Sea sincero.. ¿me esta pasando… me paso?

Una vida circular y repetitiva, que no necesariamente aburrida, como la de un ciclista recorriendo la pista de un velódromo: un ambiente controlado y una ruta conocida, moviéndose a velocidad automática, casi por inercia. Es nuestra zona segura, y de ahí es difícil salir, si es que sales.

¿Pero es que acaso es necesario salir de ahí?

Esa es la pregunta que se plantea Fuguet a través de Ariel, Ariel Roth.
Hay historias como las de Ariel Roth que se podrían contar en 15 minutos. Sobra un cortometraje, incluso hasta un clip pareciera suficiente. Fuguet lo hace en poco menos de dos hora y, de verdad, no sobra casi nada.



“Me cargan los prólogos, claro que para un prólogo necesitamos una historia y no sé si hay mucha aquí. Esto va a ser sobre mí. Bienvenidos a mi planeta”, dice Ariel al comienzo.

Ariel Roth es un diseñador treinteañero (como dice el mismo 34, tirado para los 35. Mal.) que no le pide mucho a la vida. Su pequeño mundo transcurre entre sus muy escasas amistades, su novia y su trabajo como diseñador freelance.

Pero todo cambia a  no mas comenzar la película.
Y de tener poco pasa a tener nada: su mejor amigo lo deja a un lado para casarse y construir una existencia "normal" y luego su novia Claudia (una atractiva chica que ya quisiéramos TODOS tener a nuestro lado) lo dejan por antisocial, mala influencia y poco emprendedor. Mal.

(Notable dialogo que entabla Ariel y Claudia previo al termino de la relación)
Sacado del guion original de la película. 

Claudia: Eres medio autista. Te quedai pegado tardes enteras en tu computador haciendo puras leseras. Ves películas de manera adictiva. Chateas. Me da lo mismo, pero tu laptop te importa más que no sé... tu pene.
Ariel: ahhh chucha..la wea es pegarle a Ariel entonces.

Mal.



Si hay algo que apasiona a Ariel es ver las películas que descarga desde su Macbook y recorrer Santiago en bicicleta. Cualquier oferta de trabajo que le llegue a la mesa es reducida a la mofa por el espíritu de rebelde sin causa de Ariel, quien vestido internamente como un Peter Pan del siglo XXI no quiere crecer.
Conduce onduladamente su bicicleta por las aceras santiaguinas con brío y sin un destino físico: la búsqueda de una cierta paz espiritual, el "vivir tranquilo".

Quizás el pequeño mundo que ha logrado armar no es muy grande, pero al menos gira.
Esa falta de hambre que los otros ven en él es justamente a lo que Ariel debe hacer frente, consecuencia de una presión social huevona en donde si no estás casado y tienes un buen trabajo antes de los 40 estás condenado al fracaso.




Personalmente me identifico mucho con Ariel.

No se por que. Será por lo de las películas, por la poca incomodidad a estar solo durante mucho tiempo, a la reticencia/pavor al compromiso, hijos, matrimonio, formar familia.
No se, pero una mezcla de ellas, seguro lo es.
Creo que por mucho de lo anterior es que estoy hablando de esta película. Muchas escenas , algunas casi calcadas, han ocurrido en mi vida, y otras ocurren muy amenudo como ver maratones de películas y series frente a una Macbook, pasar prolongados momentos del día en un mismo sitio, como Ariel en su departamento, o simplemente estar solo sin que nadie te huevee.

Personalmente me gusta la visión de vida de Ariel.

Hacer lo que te gusta, de la forma que te gusta, buscado finalmente que nadie te huevee.

Todos.
Todos hemos pasado por un momento de nuestras vidas en el que no queremos a nadie cerca, somos felices en solitario, en nuestro espacio, en nuestras cuatro paredes, puede ser una pieza o un departamento, da lo mismo el lugar, pero es tú lugar. Sólo queremos estar solos, sin familia, sin amigos, sin pareja. Un buen libro, una buena película nos harán compañía.

Por mi parte una sola conexión a internet que me acompañe y no necesito de nada mas. Nada malo hay en eso. Y no, no es que estés deprimido o enojado con el mundo, no es eso. Simplemente quieres estar solo en tu espacio, que no te molesten.

Estar tranquilo. Hacer lo que me gusta hacer. Disponer de mi tiempo. Que no me hueveen. Andar en mi bici pa `rriba y pa `bajo.

Otra muestra textual de lo que piensa, sin tapujos, Ariel, casi al finalizar el tercer acto.

Velodromo es hablar de Roth, él es la película.
Mientras pedalea, habla, nos habla y su voz en off es entrañable. De hecho, el Ariel en off quizás sea mejor persona que el Ariel en on; más sensato, más sensible, más tranquilo. Pero es el otro el que se lleva los puntos por una sencilla razón: es más real.

Ariel Roth, en on, tiene todas las malas costumbres masculinas; es egocéntrico, egoísta y un poco perezoso pero no miente, se faja con el mundo siendo absolutamente honesto y si bien no todo el mundo se lo banca, él prefiere decir su verdad y aguantar las consecuencias. ¿Cuántos pueden decir lo mismo?. Fuguet le tiene tanto cariño a su personaje que lo deja salirse con la suya aunque eso no sea lo mejor para la película.
Por eso que no a todos les gusta, puesto que Roth no cae bien de entrada, entonces la película tampoco lo hará.
Pero denle tiempo.
Les aseguro que Roth, al igual que película, se quedará con ustedes por lo menos un tiempo. Verlo pedalear, jugar con la bici, subir cerros, tomar curvas. El tipo disfruta, se disfruta a sí mismo. La sonrisa de oreja a oreja de Roth en el Velódromo no es casual. Va a toda velocidad y sonríe porque la hizo, está solo, pero está feliz. Puta que es difícil esa hueá. Por eso admiro y envidio en parte al personaje. Obviamente que no es llegar y hacerlo, pero sí se puede ser una isla.

No es ni mejor, ni peor que optar por la pareja estable y los hijos, no es ni más fácil ni más difícil, es simplemente otra opción y tener la opción siempre se agradece.

Su oficio de diseñador freelance lo obliga a codearse con todo tipo de personajes odiables, cancheros, extraños.
Snobs, artistas shúpers y empresarios freaks sólo puede soportarlos en función de conseguir llegar a fin de mes con relativa calma, pues de verdad lo que Ariel quiere es que lo dejen vivir tranquilo.
Esa gente que le provee de sus ingresos otorgan notables escenas; un altanero padre de familia que detesta a su hijo actor que trabaja como mozo; la velluda (asquerosa) actriz de teatro y el patético, engreído y pseudoalternativo director de cine que triunfa en Europa. 






Velódromo no tiene trampas. Hay un personaje humano. Ni más ni menos que lo que uno ve. Un personaje que disfruta lo que hace, aunque no sea lo que todos quieren hacer. Porque Ariel no quiere casarse ni tener hijos ni se preocupa demasiado por el futuro. La inmediatez la siente todos los días sobre esa bicicleta

Sus aparentes "reales amigos" son un gordo bonachón que no puede pronunciar la palabra "podcast", tiene un gimnasio de artes marciales y comparten la cinefilia. El otro, el primo rico que apenas adulto es dueño de empresas, con sus padres fallecidos, sin nada que hacer en la vida aparte de tonterías y cuyo único hobbie es enfiestarse y tener sexo casual.




Aquí hay que detenerse.
¿Porque Fuguet mete a un huevon así?.
Notaron el parecido a Matías Vicuña, el protagonista de su novela “Mala Onda”( si no la ha leído..partió).
Para mi ese personaje es simplemente una critica muy pilla, muy a lo Fuguet  todos los huevones sub 30 “adolecentes foreversss” tipo hermanos Copano, Nicolás López y toda esa mierda de huevones sobrevalorados, que se visten de negro, creen que se las saben todas pero finalmente poco es lo que tienen que mostrar.



La música juega un rol muy importante. Por los auriculares de Ariel sale de todo pero, lo mejor fue sin dudas la bella "Raindrops Keep Fallin´ on My Head", durante ese paseo en bicicleta. Con esos bellos momentos de Roth sobre su medio de transporte, Fuguet crea una oda a la libertad y al aquí y ahora sin ninguna meta o discurso mas allá del presente.

¿Se fijaron lo idealizada de la figura del velódromo por Ariel?.

Se convierte en su pequeño sueño urbano: el correr por la pista sin más preocupaciones en la cabeza. Sólo él y su bicicleta, sin necesidad siquiera de escoger un rumbo. Dejar que la fuerza de sus piernas lo lleven a algún lugar que él mismo no tiene claro, pero que tampoco parece interesarle mucho. El óvalo determina muchas cosas. En él te puedes jugar la vida, pero también entrega seguridad; seguridad de no tener que mirar atrás, de no preocuparse más por el tránsito, de que sólo hay un camino dentro. El saber mantenerse dentro es el refugio que tanto atrae a Ariel.



Ahora. Como Fuguet te mantiene pegado a una película de un huevon como Ariel.
¿Como hace Fuguet para que nos quedemos pegados sin cortar la película?.
La clave para mi son los monólogos interiores de Ariel.
Le dan la consistencia al film en momentos que ni siquiera una imagen podría darlo.


Alberto Fuguet

Otro "huevo de pascua" que hay que notar, de parte de Fuguet.
Me lo pregunte y finalmente me di cuenta que no hay respuesta.
¿Que mierda de películas ve Ariel?.
Se fijaron en eso. Solo se le ve viendo películas, los tiros de cámara siempre muestran a Ariel frente al Mac, pero lo que vemos nosotros es solo una manzana; se escuchan películas sonar, pero que cine sigue Ariel. Nunca se sabrá.
Es decir, como me gusta, se lo deja a la mente del espectador…
Pillo Fuguet. La cago.



El cine de Fuguet es un cine necesario, un cine honesto. Es un cine que pedalea.
Es un cine libre. Fuguet cree en las películas narrativas, que se mueven (como Ariel en su bicicleta), y sabe que hacer cine es también hablar de éste, y de ahí los memorables dardos al personaje del director que “triunfa” en Europa.

Ariel Roth siente que tiene serios problemas para conectar: con su entorno, con su familia, con las eventuales chicas con las que sale (o mas bien se acuesta), con su trabajo o con los contados amigos que aún frecuenta.
Es talentoso, pero cerrado dentro de sí. Puede ser muy capaz para desempeñar los proyectos que se enmarca, pero es posible que también se aburra, que se vire para adentro, que se pierda.
En el sentido metafórico y literal.
Él y sus audífonos. Él y su bicicleta, que la acompaña por los linderos más nostálgicos y austeros de Santiago.

¿Alguien podría culpar a la película por tener algunas lagunas, baches o incoherencias si ésta se trata de la historia de un tipo que vive solo y se rodea con gente de estas características?.
No sé. Dicen que a las películas redondas no les sobra nada. A Velódromo le sobran algunos minutos, otros se cortaron antes de tiempo.

Velódromo es distinto a la simplicidad que aparenta. A mi parecer afronta la vida moderna (soledad, apartamento, la existencia en torno al notebook), de cómo enfrentar el futuro sabiendo que eres un operador de algo perecedero (metiendo números en un computador, haciendo las portadas de los libros de escritores exitosos y un largo etc.) sabiendo que el éxito le llega a gente más joven que uno y, quizás, con menos talento que uno.

Que, en el fondo, ese éxito ya no te llegó.
Habla de los anhelos de la vida en familia, en pensar en algún momento en los hijos. En el pasado que vuelve y no de la mejor forma. En como la felicidad no siempre se trasunta en el ideal que hemos creado como sociedad (auto, casa, familia, hijos, vacaciones) y que, por mucho menos, un estilo de vida distinto al habitual sea despreciable.

¿Eres como Ariel Roth?



No estas para aguantar mierda de ninguno. Todos los que te rodean te tildarán de autista, de amargado, de enfermo.
Te refugias en tu apartamento, en tus películas, haces tu trabajo y sales en tu bicicleta. Todos piensan que eres raro. De entrada caes mal, te llaman petulante, creído, imbécil. Te da lo mismo.

Me encanto lo jugado de Fuguet con su personaje, aunque finalmente este le haga un poco de daño a la película.
Hay huevadas que a Ariel no le cuadran en su mundo. El momento en que le cuenta a su amiga con ventaja que la noche anterior acababa de “tirar” con su ex, contándole casi con lijo de detalle como había sido la experiencia. 


Se deja explicito que hay situaciones que a Ariel no le caben en su cabeza, y simplemente por su soledad y su falta de contacto con otros. De que cae mal, cae mal, pero a Fuguet no le interesa si cae bien o mal el protagonista, solo le interesa plantear que existe una opción diferente de vida, independiente si te gusta o no el personaje.

A la mierda con ir de un punto (A) a un punto (B) en tu vida. A pesar de ser un huevón pesado, y todo lo que se quiera, el protagonista tiene derecho a estar en el mundo según su forma y parecer, y no como la sociedad o el resto dice que debas ser.

¿Que mas valoro de Velódromo?

La manera de cómo se maneja con los espacios. Las escenas trascurren en living, en piezas de departamentos sombríos, terrazas pequeñas u otras que tratan de simular espacio y naturaleza al estar estas llenas de pantas y enredaderas.
Es decir sitios y situaciones que ocurren en ellas, en general, muy constreñidas.
Pero en otros momentos, se juega con sitios abiertos. La cuidad, a primeras horas del día, de madrugada, de tarde; en si simplemente representado libertad.
La forma en que nos manejamos en los diferentes espacios actuales, es digno de destacar, por la forma en que lo plantea Fuguet.
Estos espacios que menciono anteriormente son en los cuales se libra la vida actual, como se vive esta o mas bien de cómo te obligan a vivirla.

“La vida en 45m2, si pudiéramos poner algún nombre.

Además toca una fibra muy delicada. Muchos de la generación de Ariel viven en este tipo de espacios, viviendo una vida que estoy seguro, que muchos deprecian y aborrecen.
Pero seamos optimistas y quedémonos con la opción de Danko y su pareja, que quizás le saben sacar provecho a estos espacios. Es cosa de ver la escena final de la película. Ahí dejo la tarea de analizar la escena a cada espectador. Les encantara como se desarrolla y como termina. Me mato

¿RECOMENDABLE?

Mas que recomendable. Véala. Le va hacer bien. Le va hacer pensar, si estoy bien , mal, equivocado, descarriado, demasiado solo, demasiado acompañado…
Es una película muy de autor. Creo que solo escritores pueden plantearse escribir cine así, tan intimo con tanto contenido entrelineas.
Para mi es sin lugar a dudas una de mas mejores películas chilenas y latinoamericanas que hayan visto y verán la luz por muchos años mas.

Repito. Véala. Indiferente no lo va a dejar.

¿Soundtrack?

Es bien pobre. Me la juego que es así por un cuento de dinero. Le película conto con un presupuesto muy bajo, y por temas de derechos creo que Fuguet se la jugo por un corto, pero preciso set de temas para acompañar la película.

Y lo mejor de todo.


En el siguiente enlace se encuentra la película. No hay escusa para no verla.




Espero que haya gustado el "comentario"
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Nos leemos la próxima semana.


Saludos


Cristián Santander Araya
@csantandera